miércoles, 3 de mayo de 2006

ESTAMBUL

Me he pasado los ultimos cuatro dias, buscando una referencia a Lepanto por todo Estambul. Inutilmente, claro esta.
He de decir en favor de los turcos, sean o no otomanos, que es misteriosamente milagroso lo poco que abollan sus coches, para lo mal que conducen. El caos circulatorio reina en la ciudad, que se diria la aorta de un octogenario y empedernido fumador.
Tambien en su favor he de decir que han respetado bastante bien Santa Sofia y algunos (no todos ni mucho menos) de los monumentos de la trasnochada Roma del imperio de Bizancio. Ay, si Justiniano levantara la cabeza.
De no perderse es la cisterna subterranea junto a Sta Sofia. Impresionante monumento sobre todo por estar hecho con columnas y basamentos reciclados por los propios romanos de otros de sus propios edificios. Si eso era lo que enterraban a siete metros de profundidad, ¿que maravillas no adornarian sus vias?
Debo decir que de no ser por que a la Maris le aligeraron el monedero del bolso (sin tocar nada mas, que habilidad) y porque en el mayor centro comercial del mundo (4000 tiendas de Gran Bazar) no fui capaz de encontrar ni un iman para la nevera que me subyugara, ha sido un bonito puente. Amen del estupendo favor de Carolina (lease carolain) que nos permitio ver el campeonato del mundo de motociclismo cerquiiiiita, cerquiiiita de las motos.
Puente fotografico tambien. 500 fotos pizca mas o menos, de las que se salva la de arriba y un par de ellas mas. Cada vez mas, veo la fotografia como un gran saco de piedras, de las que solo algunas son preciosas, y de esas solo unas pocas talladas con habilidad llegan al mostrador. El resto en forma de megas y megas van al escombro, a la cantera digital de la que nunca debieron salir. Pero cuando uno ve el brillo de esas pocas gemas que llegan a joyas, ay,...ay,....que gustito da.

1 comentario:

Melisa dijo...

Simplemente preciosa. Esta piedra sí :)