jueves, 5 de agosto de 2004

EL VERANO


No hay nadie, es irremediable.
El verano llega y con el todo el mundo se va. Ron echa de menos a su amiga Troya y a nosotros nos nos quedan apenas dias para hacer un buen viaje de esos que me llenan el alma y la barriga y nos vacian el bolsillo.
Para paliar tanta soledad acalorada hemos comprado una bañera de plastico que hemos colocado en la terraza en un alarde de originalidad y buen gusto. Simula una ballena y puedes conectar una manguera que hace como una ducha, como si respirase la susodicha cetacea.
Isabel Preysler no nos tiene envidia porque no la hemos invitado a verlo. Que se joda. ¿Nos ha invitado ella siquiera a ver la caseta con calefacción para el perro?. Anda y que la den.
El veraneo del pobre es curioso y se parece bastante a una peregrinación, ora al L&M, ora al Carreful (sorry, Pryca), ora al AhorraMas. El sol te va dando de centro comercial en centro comercial y coges un morenete quepaqué.
Ayer fuimos al vivero a comprar plantas. La terraza ya parece un vergel. Por las noches subo a regar y desde la puerta miro hacia nuestros territorios protegiendome los ojos del atardecer..
-"...algun dia todo esto será tuyo"- le digo a Ron.
Ron me mira y se me sube por la pierna moviendo la cadera. Este perro esta salido.
No tengo ganas ni de escribir. Estoy esperando a los del Corte Ingles que nos han camelao con una mesa y unas sillas de madera tropical.
El año que viene por estas fechas escribire un post, sobre lo poco que duran los muebles de madera tropical. Lo adivino de gran valor literario, asi que lo voy anunciando para que no os lo perdais.
Mientras tanto esperare la llegada de septiembre anhelando que el asqueroso y repleto mundo vuelva a estarlo de nuevo para poder despotricar en este blog. Decididamente cuando todo va bien, no hay nada sobre lo que escribir.
Virgencita, virgencita, con Aznar no pasaba esto....

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